(Publicado el 7 de junio de 2019
PROTESTAS
–Hijos de puta revoltosos ¿no tienen más que hacer que joder y cagarse en el mobiliario urbano y la propiedad privada y alterar la tranquilidad de los ciudadanos de bien? Aquí estamos los representantes del orden, tarea que nos encomienda la Constitución y nuestro juramento. Tomen, gases, tomen malparidos, bolas de goma, ojalá fueran de plomo, desgraciados, arrastren a esa, que es la que más insulta, boquisucia; de las mechas, no importa, para que se den cuenta que aquí nada de miramientos. ¿Cócteles Molotov? ¿Para qué creen que estamos entrenados, para el parchís? ¿Piedra? Miren, trajes antimisiles callejeros. ¡Ja! Cabroncitos de barrio bajo que ya ni leen El Capital, saltamuros, robahuevos, subversivos, tomen, chorro de agua para que se bañen las melenas y esos trapos ¡Tome! imberbe, váyase a casa de su mamita a que le dé papilla, antes de que yo le dé por el culo.
–¿Que por qué otra vez la comida fría? Pues por lo de siempre, por la demora; cuando no es el fútbol con los colegas, es la excusa de las protestas, o quién sabe qué inventos. Me va a tocar hablar con su sargento a ver por qué llega tan tarde y tan sudado; o es que cree que yo estoy sólo para cocinar y atender sus antojos, váyase al carajo, no me lo aguanto más, caliéntese usted la comida o es que es manco; para dar bolillo, porra y bala si tiene alientos. Y quítese ese uniforme inmundo y ni piense que se lo voy a lavar, inútil; y a ver si deja ver algo del sueldo, porque ni eso, qué se ha creído ¿El héroe de la patria? Y a mí ni se me acerque y si no le gusta la comida, váyase a casa de su mamita a que le dé papilla, antes de que yo…
Tomado de Cortoletrajes II, libro de relatos en obras.